Como siempre decimos todo se mueve...

Como siempre decimos todo se mueve, todo evoluciona, no estaría de más adaptarnos al movimiento rítmico de la evolución para que su influencia y vibraciones nos transporten muy sutilmente a través del recorrido por el magnífico camino consciente de la luz.

Los innumerables planetas también se encuentran sometidos a dicha evolución continua. El V.M. Rafiel ha plasmado enseñanzas sobre el proceso de ascensión de un planeta donde se dan muchos cambios significativos. Claramente podemos comprender que si un planeta asciende igualmente lo tiene que hacer la humanidad que se encuentra en él. Son considerablemente muchos los movimientos que trae una ascensión de esta índole, los cuales en ocasiones ocurren sin que la humanidad se entere aunque en su momento los cambios se vuelven más notables y significativos.

Si mencionamos alguno de estos muchos eventos sería el cambio de las especies, lo cual es necesario, ya que el nivel de conciencia del planeta y de la humanidad se encontrarían más elevados, por lo tanto, las especies deben de ser de acuerdo a esos niveles. Cuando esto ocurre la humanidad que se encuentra sometida a este proceso comienza a observar la existencia de algunas especies nunca antes vistas; como por ejemplo algunas especies marinas que ya nosotros nos encontramos observando en nuestro planeta en este tiempo y que podríamos decir que son extraterrestres. Sus formas no son unas a las que se esté acostumbrado ver, por lo que puede nacer ese temor hacia ellos que mencionamos antes; simplemente por ese concepto humano que llevamos muy adentro en nuestro interior y que nos dice como tienen que ser las formas de vida. Estamos acostumbrados a ver los animales que se encuentran aquí con sus cuatro patas, las personas con sus dos ojos y todo lo que se salga de ese molde es calificado como raro, misterioso y algo a lo que se le debe temer.

Por otro lado, si penetramos a lo más profundo de una selva podríamos observar igualmente algunos animales que muchos considerarían muy misteriosos y extraños o quizás algunos que parezcan normales de este planeta pero que son exageradamente grandes para nuestro concepto de lo que debe de ser. Todo esto y mucho, mucho más, se encuentra en la simpleza de nuestro planeta Tierra, podrá imaginar que podríamos observar en otro planeta, en otro confín del espacio sideral. Si mantenemos activo ese concepto de un molde específico de formas vivientes, será muy impactante cuando se comiencen a observar por el firmamento impresionantes naves cósmicas y presenciemos algunas jerarquías entre nosotros realizando su trabajo para la ascensión de este planeta.

Demasiado tiempo ha pasado esta humanidad en la oscuridad en cuanto a nuestro origen se refiere y la realidad del cosmos. Demasiado se ha prolongado el estancamiento de nuestro avance tecnológico, comprensión de lo cósmico y el avance individual como chispa divina por las múltiples grabaciones psicológicas, como los conceptos que estancan el empuje que la fuerza de la evolución nos proporciona sin contar el miedo escénico a lo desconocido. Mientras tanto, otras humanidades avanzan grandemente y poseen grandes tecnologías con las que surcan el espacio y penetran en el hiperespacio y nosotros nos encontramos aun cargando aparatos que tenemos que poner en nuestro oído para comunicarnos, casas de concreto y perillas en las puertas.

Definitivamente no se detienen a analizar absolutamente nada al menos que no sea un problema que solo trae desesperación y preocupaciones. Si observamos en este momento una imagen muy bella y colorida donde se encuentran cuatro personas, una de tez blanca, otro de tez negra, tez amarilla y tez roja y le pidiera a alguien un análisis de tal imagen, es muy probable que la persona mencione lo bonito de la unión de las razas, lo importante que es y que no debemos llevar en nuestro interior ese veneno del racismo entre otros pensamientos. Pero realmente, ¿quién se detiene a preguntarse de dónde salen esas razas que observan en la imagen?

Zannia Cruz Discípula del V.M. Rafiel Dirigente del Centro Atómico de la Sabiduría del V.M. Rafiel

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