Si usted le dice a un niño no haga eso...
- María del C. Marrero
- 24 nov 2016
- 3 Min. de lectura
Dentro de nuestra mente existen llaves que abren portales a realidades, solo hay que permitir desarrollar su imaginación llena de posibilidades liberando toda manifestación de negatividad.
Al ser humano lo han adoctrinado con códigos de negatividad y dependencia. A los bebés hay que enseñarles, educarlos, aun así, ellos aprenden por experiencias propias. Si usted le dice a un niño no haga eso y la explicación es porque no, él va a buscar la experiencia para saber por qué no, lo que es no para el educador, para el niño todo es posible desde la perspectiva de su imaginación que no está contaminada con restricciones de paradigmas castrantes. Un ejemplo es cuando le dice, deja eso que te puedes quemar, dentro de su mente se pregunta ¿qué es quemar? Hasta que no lo experimente no aprenderá, o es que acaso usted no se quemó en algún momento para comprender cómo se siente. Todo lo antes mencionado viene de la sobre protección que le damos a los niños por no querer que pasen por experiencias “malas”. Por qué malas, porque usted las grabó con el calificativo de mala, pero la realidad es que es una experiencia de aprendizaje.
Queremos controlar todo y el control viene de la parte negativa que dejó de imaginar el esplendor en todo. Todas las restricciones mentales que se crean desde niño son las que socavan la personalidad convirtiéndonos en seres retraídos, miedosos e inertes.
Cuando un niño es criado donde todo es no y comparándolo con aquel o aquella en todos los círculos familiares, dígase padre, abuelos, tíos, etcétera ¿cómo usted entiende que será ese adulto? ¿Dónde quedaron las experiencias que desarrollarán su potencial?
Estuve observando a una niña jugando con una piedra mediana, ella la tomaba en sus manos y la tiraba repitiendo el proceso constantemente, sus piernas estaban un poco separadas así que la caída justo en el espacio que quedaba entre sus pies. ¡Haa, los cogí!, ya se lo que pensaron, que la piedra le iba a caer en un pie; nuestra reacción es decirle no hagas eso porque te vas a lastimar o te caerá en un pie, ufff hasta nos enojamos porque sabemos lo que PUEDE ocurrir, claro ya nos pasó y sabemos que duele, pero ella NO, está buscando la experiencia y que tal que no le pase nada, ¿depende realmente de nosotros? La realidad es que ella estaba observando los círculos que formaba la tierra al caer la piedra. Nuestra mente fue inmediatamente a pensar en lo peor, la palabra no en ocasiones no es una respuesta válida, viene llena de restricciones, asumir que puede ocurrir tal o cual cosa negativa son limitaciones. Cuanto más desarrollemos el cambio a un mundo lleno de posibilidades nuestra conciencia se expandirá dando paso a la conexión inexorable con la conciencia universal conectándonos con la sabiduría del padre, del TODO.
¿Cuántos queremos llegar a esa manifestación lumínica de pura luz? Entonces, acelere el paso con su trabajo interno y con la humanidad, si usted crece y hace crecer a otros eso se multiplica en grandeza y llenamos nuestro banco cósmico.
Liberemos las ataduras del pasado, del futuro, pensemos, sintamos y hablemos en armonía, paz, tranquilidad, no le haga a otro lo que no le gusta que le hagan, no mienta ni se mienta, evite gritar a otro porque se grita a usted mismo y se aleja de su morada interna, no blasfeme ya que se crean torrentes de moléculas distorsionadas que se adhieren a usted trayéndole enfermedades y malestares en todos los ámbitos de su vida. Mantenga sus espacios limpios, físicos e internos, para que en armonía fluya la luz en esplendor inigualable por todos sus cuerpos.
Muchos pensamos que ayudar es igual a hacerle o darle a alguien algo y esto es realmente cargarlos, a la larga volverán a caer en lo mismo. ¿Qué es ayudar? Es brindar las herramientas necesarias para que el otro las utilice, aprendan y realicen cambios por sí mismo. ¿Por qué? Al experimentar se queda grabado el acto, la emoción y la satisfacción de poder lograrlo, de hecho, aunque no se logre queda la satisfacción de haber ejecutado la acción. Es por eso que tenemos que vivir, sentir, hacer y crear. Somos creadores, emanación del Creador de todo lo que existe, a su imagen y semejanza. ¿Dónde están las limitaciones?
María del C. Marrero
Discípula del V.M. Rafiel
Dirigente del Centro Atómico de la
Sabiduría del V.M. Rafiel
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