¿Cuándo comenzó la raza humana...
- María del C. Marrero
- 8 dic 2016
- 2 Min. de lectura
Nosotros estamos dentro de un cuerpo llamado planeta, este es superior a nosotros. Si nos saliéramos al espacio y lo observáramos, ¿podríamos ver al humano? Ni siquiera como un punto, nos convertiríamos en nada. Este planeta se encuentra dentro de un sistema, con sus órbitas, sostenidos en un espacio, ¿qué lo sostiene? Debemos inferir que está en un cuerpo, ¿cómo es?
Si fuéramos al cuerpo humano deberíamos realizar la misma pregunta, que sostiene las células, que sostiene los órganos, que sostiene los músculos, que sostiene los huesos, que le da función a los órganos, etcétera, al final, ¿que sostiene todo esto? Un cuerpo llamado humano.
Con estas analogías quiero llevarlos a entender que todo está contenido en un cuerpo que a su vez está dentro de otro cuerpo, ¿dónde comenzó y dónde termina? Pensar en eso sería poner fin a la misma continuidad del existir. Podemos verlo como las matryoskas, que son figuras unas dentro de otras en diferentes tamaños, si tomamos este ejemplo podemos decir que somos cuerpos dentro de otros cuerpos donde el superior siempre será superior y el más pequeño siempre será pequeño por la continuidad hacia arriba y hacia abajo, hacia un lado y hacia el otro.
¿Cuándo comenzó la raza humana, donde habita, en cuantas galaxias? Así como las células son muchas en nuestro cuerpo, nosotros “humanos” somos muchos en el cuerpo de Gaia, entonces debemos imaginarnos cuantos planetas existen. Si ese número que le llegó a su mente es incalculable, por tanto, hasta donde llega la inmensidad, donde comienza y en donde termina. No lo sabemos sin embargo existe, como existe el aire que tiene partículas de oxígeno y otros organismos vivientes, ¿lo vemos?
La incredulidad viene del miedo a lo desconocido. La frase no ver, no creer, ¿de dónde viene?, viene del miedo, aunque se debata, se hable de matemática, probabilidades, ciencia, etcétera, siempre existirá, siempre cambiará, siempre ES.
Si dejamos de pensar, sentir y manifestar el miedo a lo desconocido se provocará la apertura a la manifestación de lo posible, romperá paradigmas donde lo antes no posible se vuelve realidad.
María del C. Marrero
Discípula del V.M. Rafiel
Dirigente del Centro Atómico de la
Sabiduría del V.M. Rafiel

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