Es contagiosa la energía...

Tomar conciencia de tu inmortalidad es una tarea ardua en estos tiempos ya que tendremos que desasernos de esas vocesitas de nuestro interior que nos desvían la atención de esta gran verdad. El reconocer, saber y comprender esto es liberador de un gran peso que puede trascender y nos evitara sufrimientos. Son tantos paradigmas que heredamos sobre este asunto que no bastará con unas simples lecturas o conversaciones, sino que requerirá salirnos de esa cárcel invisible mental que nos lleva al sufimiento que en ocaciones para algunos jamas lo superarran y mucho menos conprenderan. Aunque vayamos a los diferentes centros de estudios espirituales o religiosos nos veremos envueltos en algún momento en una controversia entre la inmortalidad y la “muerte”.

Ya quisiéramos que este tema fuera tan casual, normal y que fuera discutido sin verlo como un gran mito de la humanidad. Los mercaderes del dolor y la muerte han hecho su trabajo para perpetuar la dependencia psicológica basada en el miedo y la confusión donde la lógica positiva y equilibrada se esfuma.

El saber que hay continuidad de la existencia, pero en otro plano y con otras leyes, es para que nosotros seamos, entre otras cosas, libres, seguros, que vivamos el aquí y el ahora y produzca la felicidad que emana la certeza del Creador. Seria incongruente pensar que todo se pierde en un pestañar, sin embargo, hay un equilibrio perfecto en la Creación y la Evolución que va por encima de la comprensión humana. Entonces lo que tenemos que enfatizar es en la comprensión, debemos expandirla, hacerla crecer; solo entonces ocurrirá el milagro que tantos esperan, la verdadera libertad.

Es contagiosa la energía que transmiten los niños cuando se desplazan a descubrir sus entornos sin ponerle ni una pisca de inseguridad o miedo pensando que son mortales. Al contrario, se enfrentan a cualquier desafío hasta que venga un adulto a “enseñarles” que tengan cuidado porque si no le puede ocurrir algo”. Que gran error, desde ese momento comenzamos a heredar por generaciones ese comportamiento. Nosotros los adultos hemos sido los responsables de manipular con el propósito de calmar nuestros propios miedos, temores e inseguridades sobre la muerte. Estamos demasiados realistas o humanisados en lugar de ser, seres humanos, o sea, una experiencia del Ser en una vida humana.

Quisas tendrá que pasar varios Pralayas y Mahamvantaras para que al fin comprendamos y tomemos conciencia de nuestra inmortalidad y luego seguir descubriendo que debemos fusionarnos con nuestro Real Ser tarde o temprano, querramos o no. Aprendamos a discriminar aquellos abruptos pensamientos que el EGO nos pone a nuestra disposición para que trascendamos nuestra propia oscuridad, ignorancia y retomemos de una vez y por toda la verdad que somos inmortales.

Gerardo Colón Bergodere

Discípulo del V.M. Rafiel

Dirigente del Centro Atómico de la

Sabiduría del V.M. Rafiel

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