La vida late en el elemento...

Mientras continuemos concentrando nuestro tiempo en este plano tridimensional y nuestra energía en la familia, en el trabajo, en los problemas cotidianos, sentado frente al televisor, en el afán de poseer más posiciones materiales entre otros defectos humanos, jamás lograremos descubrir lo penetrantemente inmenso que es el cosmos con sus infinitos misterios y majestuosa belleza.

Podemos comenzar a descubrir que existe más allá de este planeta con simplemente investigar que es la vida y en donde se encuentra. Esta investigación nos abrirá la puerta a la comprensión de que simplemente no es posible que seamos los únicos seres en el cosmos. Definitivamente nuestro concepto humano sobre la vida es sumamente limitado, se nos dificulta comprender que una simple roca posee vida por lo que la misma puede crecer y crecer. Entonces, si es así, ¿cómo no va a existir vida en otro planeta? Los científicos dirán que sí existe vida pero no vida inteligente, he aquí otro discapasitante concepto humano, la inteligencia. Pregúntese, ¿qué es eso?, ¿a qué le llamamos inteligencia? Un mono puede tomar una rama de árbol para sacar insectos de un agujero y son más primitivos que nosotros, los delfines son una humanidad más superior a nosotros y los tratamos como simples animales. Entonces, ¿qué es la inteligencia para esta triste humanidad y en donde creemos que se encuentra cuando en realidad no sabemos nada sobre nada?

Qué tal si analizamos el hecho de esas diferentes especies marítimas nunca antes vistas que a menudo descubren, pregúntese, ¿cómo es posible que aparezcan de la nada? Si los jardineros del espacio continúan trayendo diferentes especies a este planeta, ¿cómo podemos ser los únicos? De alguna parte vinieron esas especies, o sea, de algún planeta. También podemos analizar los fragmentos de planetas que van viajando errantes por el cosmos, cada uno con organismos que existían en dichos planetas antes de destruirse. ¿Acaso no puede un organismo evolucionar y convertirse en algo más? Cada fragmento de estos, es un portador de vida como hemos explicado en otros escritos, entonces, ¿que sabemos de la vida?

La vida late en el elemento más minúsculo hasta en el centro de una galaxia, pero el cosmos se encuentra repleto de galaxias, innumerables de hecho. Por qué no hacernos la pregunta entonces, ¿quién le da vida a esas galaxias?, ¿de dónde proviene el espíritu vibratorio de la vida que mantiene a esas infinitudes de galaxias? Desde algunos puntos de este planeta se puede apreciar la galaxia en la que nos encontramos, pero dudo muy altamente que esta humanidad reconozca lo insignificante que somos dentro de ella. Si lograremos comprender su majestuosa magnitud nuestra comprensión humana se expandiría y entonces es posible comenzar a ver lo nefasto que es el cosmos.

Podemos llevar nuestra imaginación a crear una minúscula escala de lo que es el cosmos para facilitar la investigación. Imagine todo ese espacio sideral, comience con la oscuridad, agréguele infinitos puntos luminosos, ahora diferentes estelas, fragmentos que viajan a gran velocidad en todas direcciones, unos miles de agujeros negros, destellos de luz, puede también añadir un sol, algunas lunas, luego planetas que compongan ese sistema solar, repita esa imagen de ese conjunto unas mil veces, por dar un número, ya ha creado su primera galaxia. ¡Felicidades! Para continuar el ejercicio, repita tantas veces como sea humanamente posible, galaxias de todo tamaño por todas partes y entonces se encontrará encaminado a comprender una mínima parte de que tan inmenso es el cosmos, o al menos, esta pequeña parte en la que nos encontramos y que acabamos de crear su minúscula escala.

Si se posiciona en un punto del espacio donde lo que observa es interminable, eso no es nada, si logra ver uno o dos planetas en esa interminable inmensidad, significa que aún se encuentra en pequeño rincón de una galaxia, ¿entonces? Tendríamos que llevar nuestra imaginación, nuestra comprensión humana, entendimiento, análisis, hipótesis y todo lo demás al máximo para solo comprender una mínima parte del cosmos y sus misterios. Esto nos permite analizar que si va más allá de lo que es posible comprender, ¿cómo podemos creer que fue creado solo para nosotros?, simples humanos que difícilmente llegan a su luna.

Necesitamos comprender que en cada rincón de ese espacio sideral late la vida misma. Esta vibra con fuerza y constancia en todo lo que existe. Nada puede existir sin la vida, nada puede evolucionar sin la vida, nada se puede gestar sin la vida, entonces todo se encontraría vacío incluyendo la Tierra. El hecho de que otros seres vivientes de otros confines del cosmos no se presenten frente a nosotros no significa que no existen, simplemente esta humanidad atrasada no se encuentra preparada para dicho encuentro directo. Es por esto entre otras razones que necesitamos estudiar estos temas y descubrir lo que se encuentra inmanifestado más allá del borde de nuestro planeta.

Zannia Cruz

Discípula del V.M. Rafiel

Dirigente del Centro Atómico de la

Sabiduría del V.M. Rafiel

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