Esta majestuosa y sublime luz...
- Zannia Cruz
- 13 ene 2017
- 3 Min. de lectura
Puedo decir que el nivel de dificultad que se le presentará al iniciado en el camino no sólo depende del bagaje que trae, o sea, las deudas kármicas, la condición de su interior o de su voluntad de realizar el trabajo, sino que también tiene mucho que ver con si está siendo guiado por un dirigente, por un Maestro de la luz o si no está siendo dirigido en absoluto. Existe en este tiempo tan absurdo una triste y tóxica moda de que cada persona puede llegar a la iluminación por sí solo, sin guía. Bueno, solo cabe decir que se pasaran las existencias en ese absurdo juego sin llegar a algún lado.
Como hemos explicado antes, es muy cierto que solo nosotros podemos llegar a la luz de nuestro Real Ser y a la majestuosa unión con nuestro maestro interno, pero no se engañe mi querido lector, solos no podemos llegar. Analice las múltiples y monumentales montañas de escombros que llevamos en nuestro interior a través de todas las existencias, imagine los laberintos vivientes en los que nos atacan nuestras propias creaciones monstruosas, aquellas que creamos cuando fuimos brujas o hechiceros adorando a la oscuridad con sacrificios de todo tipo, cuando fuimos asesinos, manipuladores, tiranos, malévolos reyes y reinas quitándole la vida a ciudades enteras, entre mucho más. Ahora explíqueme, ¿cómo sin poseer el más mínimo recuerdo de estos terribles eventos, con que potestad o poder podrá usted por sí mismo expulsar todos esos monstruos y demonios internos?
Se dice que los Maestros de la luz son guías que nos alumbran el sendero, pero hago la pregunta, ¿porque Maestros de la luz?, ¿porque llamarles seres iluminados? Si usted se encuentra en uno de esos laberintos vivientes internos, siendo perseguido y acosado por sus propios demonios, perdido y sin ideas tan siquiera de en dónde se encuentra, le preguntó, ¿no le vendría bien una potente luz brillante como nunca ha visto? ¿posee usted la luz interna que posee un iluminado?, ¿qué poder usted ante tales demonios que usted mismo creo? Entonces, maestros de la luz, iluminados, ¿Acaso le llamarán así porque lograron llenar su interior de luz, una luz que invadió cada célula de sus cuerpos físicos y cada filamento de sus cuerpos energéticos? De ser así, se convirtieron entonces en pura luz luminosa. Esta majestuosa y sublime luz no puede ser presenciada por los ojos humanos, así que es necesario que posean un cuerpo celular mientras se encuentran en este plano realizando su misión con la humanidad. Pero no dude ni por un segundo que estos bellos seres de luz se expresan libremente en nuestros mundos internos derrotando a aquellos demonios que nos asechan. Nosotros los discípulos de un iluminado nunca nos encontramos solos, el guía siempre cuida de nosotros incluyendo en los mundos internos.
Como dije, nuestro recorrido solo depende de nosotros pero los guías son los que nos ofrecen las herramientas para ir expulsando las masas de densidades que poseemos. No podemos luchar contra algo que desconocemos y menos aún sin la preparación adecuada. ¿De qué le sirve a un iniciado un conjuro sin la potestad que le de poder a dicho conjuro? ¿Cómo luchamos contra esa energía negativa que nos acecha desde atrás como un fantasma en la oscuridad si ni siquiera vemos que está ahí?
Entonces, entiendo que es importante obedecer al guía que sí puede diluirse en el Todo, observar todo antes, durante y aquello en el futuro, posee la sabiduría, la luz y el poder de hacer a voluntad, pero más importante, posee el amor por la humanidad y se encuentra aquí para ayudar, sufriendo quien sabe cuántos procesos fuertes solo para poder estar en este plano trayéndonos sabiduría de alta conciencia.
Llegar a dichos niveles de conciencia, llegar a la maestría definitivamente es un trabajo intenso y constante que en su momento se vuelve muy cuesta arriba, pero es reconfortante saber que al final de la cuesta se encuentran majestuosas recompensas y galardones de pura luz. Allí también se encontrará esperando ese cuerpo de luz que hemos creado a medida que fuimos convirtiendo nuestra conciencia en luz y con el cual se vestirá nuestro maestro interno. Desafortunadamente muchos ven el trabajo interno que debemos realizar para llegar a ese nivel, como un gran sacrificio.
Podemos entonces analizar esa palabra, esa terminología humana, ese concepto de este plano pensante. Si nuestro Real Ser es una chispa divina neutral, ¿será posible que sienta ese peso humano de un sacrificio? Esta palabra nace del sufrimiento, de la negación, de no querer que... Entonces podemos decir que no nace de nuestro Ser sino de la personalidad humana, aquella egoíca parte que no desea soltar lo negativo.
Zannia J. Cruz
Discípula del V.M. Rafiel
Dirigente del Centro Atómico de la
Sabiduría del V.M. Rafiel

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