Cometemos errores una y otra vez...
- Zannia Cruz
- 10 feb 2017
- 2 Min. de lectura
Podríamos dividir en dos partes ese cúmulo de experiencias que existen en este plano humano, una sería aquellas necesarias y la otra, aquellas que nacen a consecuencia de nuestros actos a través de las existencias, sean estos positivos o negativos.
Preferí comenzar este escrito hablando sobre las experiencias porque es necesario comprender este tema hasta donde sea posible. Necesitamos comprender que aunque las experiencias se encuentran ahí porque las necesitamos integrar, son nuestros defectos humanos los que nos conllevan a cometer los errores que más adelante se presentan como situaciones desagradables, deudas kármicas que necesitamos pagar para continuar nuestro recorrido y liberarnos del plano humano. Cometemos errores una y otra vez, conscientes e inconscientes y aunque cometerlos es parte de la integración de este plano no significa que no podamos erradicar los que cometemos conscientemente. Para lograr esto debemos expandir nuestra conciencia y estudiar a fondo con un análisis superior algunos temas como este.
Por ejemplo, podemos analizar que dentro de los defectos humanos se encuentra un elemento llamado sentimientos.
Podríamos decir que gran parte de las experiencias, positivas o negativas, nacen de esta condición humana, los diferentes sentimientos que siente el ser humano como seres emocionales que somos. Aunque los sentimientos son un elemento muy necesario para nuestro avance llevándonos en muchas ocasiones a cometer errores, los cuales eventualmente se convierten en experiencias que integramos, realmente estos son una debilidad humana así como la necesidad de alimentarse, descansar o pensar. Estos son detalles que nos convierten en seres muy vulnerables y atrasados, comparados con otras humanidades mucho más avanzadas.
Realmente está humanidad cree que ser seres pensantes nos hace superiores, no se pueden encontrar más lejos de la realidad. Es el pensar lo que nos mete en problemas, nos conlleva a cometer tantos y tantos errores. La energía negativa utiliza ese defecto muy sabiamente en nuestra contra, entre los pensamientos y los sentimientos el ego nos atrapa, nos confunde, engaña y nos induce.
Un sentimiento que podemos decir que nuestra parte negativa usa en nuestra contra es el profundo deseo. No me refiero al sincero anhelo, como el anhelo de llegar a la maestría o de evolucionar el plano humano, sino al puro deseo egoíco de nuestra personalidad densa. He aquí a donde buscaba llegar con la explicación hasta el momento.
El deseo se encuentra en la larga lista de sentimientos que posee nuestra personalidad humana, un importante elemento de este plano para movernos en nuestro recorrido pero no significa que nos debemos dejar guiar por ellos. Cuando digo que nos mueve me refiero a que sin ellos no nacería en nuestro interior la satisfacción de haber logrado algo importante, sin ellos no sentiríamos esa ira que nos induce a la venganza ni sonreímos al ver a un tierno bebé. O sea, no cometeríamos muchos de los actos positivos ni siquiera negativos que nos mantienen siempre moviéndonos en el plano, avanzando, estancándonos, creciendo, siempre en movimiento.
Zannia Cruz
Discípula del V.M. Rafiel
Dirigente del Centro Atómico de la Sabiduría del V.M. Rafiel

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