top of page

No es justa la comparación...

  • Gerardo Colón
  • 16 feb 2017
  • 2 Min. de lectura

El camino espiritual junto con nuestro gurú definitivamente siempre estará lleno de sorpresas misteriosas para el neófito. Nosotros mismos descubriremos, por medio de la guía del gurú, que somos un misterio por conocer. Que él, al abrirnos camino y seguirlo, validamos o convertimos lo descubierto en una enseñanza ya integrado ese aprendizaje. El querer descubrir más solo se hace posible cuando nos permitimos ser guiados a descubrir todos y cada uno de nuestros propios misterios que encierra nuestra propia creación tras estar en la rueda del samsara, del ir venir.


Cada pequeño gran progreso en el recorrido se convertirá en escalón del siguiente misterio por develar. Jamás podremos garantizar que hemos concluido con tales descubrimientos, ya que el final de uno es el principio del otro por estar extremadamente ligados para conformar la conciencia superior. Así que, solo nuestro gurú conoce que nos falta por descubrir y como lo podemos hacerlo, o sea, él sabe por dónde vamos evolutivamente. Entonces nuestra iniciación, la autorrealización se convierte en un verdadero misterio para nosotros porque no lo podemos comprender por tanta oscuridad acumulada en nuestro interior.


Esto en ocasiones lleva al neófito a tener el impulso de medir en donde está su avance, cuál es su grado y ubicarse en un punto desconocido por nosotros mismos, convirtiéndose esto, si queremos, en un esfuerzo genuino de querer llegar a la autorrealización independientemente si conozco o no cuál es nuestro avance. Ese jamás debe ser un propósito sino una inspiración de superación al propósito mayor que va por encima del mismo iniciado.


Serán innumerables veces que nuestra curiosidad por saber por dónde vamos nos ubicara en un punto, pero el Maestro, sabio al fin, nos insinuará que estamos en otro punto que quizás sea más atrás; pero cuando lo analizamos su insinuación vuelve y se ubica en otro punto diferente a los anteriores. O sea, no tendremos la certeza de la ubicación de tal punto cardinal. Entonces, debemos tener mucho cuidado en caer en nuestro propio error de entonces comparar nuestro avance con el del hermano o hermana; ahí ni nos alejamos o acercamos, por el contrario, nos perderíamos. No es justa la comparación, por lo tanto, solo deberíamos medir nuestro propio progreso que conlleva cada uno de los renglones que acarrea el camino espiritual de la autorrealización.


En el camino ascendente de un iniciado que va hacia la autorrealización solo podrá reconocer con absoluta certeza un solo grado en un punto específico. Y este es cuando se haya ganado su corona del grado de Maestro. Muy elocuentemente nos lo ha dicho nuestro amado gurú, que resonarán las campanas de los templos ascendidos porque nuestra Madre Bendita acaba de dar a luz un Maestro de la Luz.


Continuemos con nuestro recorrido guiados de la mano de nuestro gurú porque él es en el camino. Debelaremos nuestros propios misterios para convertirlos en enseñanzas y comprobemos la VERDAD.


Gerardo Colón Belgodere

Discípulo del V.M. Rafiel

Dirigente del Centro Atómico de la Sabiduría del V.M. Rafiel


@ Copyright - Este documento tiene derecho de autor. Este mensaje puede ser compartido en red siempre y cuando no alteren ni modifiquen la forma o el orden de su contenido dando crédito al autor.


 
 
 

Comments


Síguenos

  • Facebook - White Circle
  • Instagram - White Circle
  • Twitter - White Circle

​© 2016 by Centro Atómico de las Enseñanzas de los Discípulos del V.M. Rafiel

bottom of page