Debemos siempre estar atentos...
- Vilmary Montañez
- 6 abr 2017
- 2 Min. de lectura
La mente realmente es solo parte de los pensamientos que tenemos, sean buenos o malos que hacen nuestras decisiones del día a día. Estos son realmente la razón de nuestro adelanto o atraso en el camino que decidimos recorrer con nuestro Real Ser. Los mismos generados de acuerdo a nuestro estado de ánimo o percepción de las situaciones. También tiene que ver las experiencias pasadas ya que estas son parte de como vemos las diferentes circunstancias de nuestra vida.
En los planos inferiores, entiéndase el mundo elemental, no existen los pensamientos, solo en el plano humano comienzan los pensamientos y las energías positivas o negativas que hacen que esta humanidad sea ambigua en su forma de actuar; esto mayormente se debe a que nuestra manera de ver las cosas puede repercutir en las decisiones que tomamos. La energía negativa de un pensamiento es la que en ocasiones hace que tengamos conflictos con otras personas ya que saca la peor parte de nosotros.
Debemos siempre estar atentos a como nos sentimos en distintas situaciones diarias ya que esto hará que no cometamos errores. Sabemos que según nuestra energía o vibración es que vamos a tener nuestra conciencia. Esta es nuestra forma de evolucionar, pero según su comportamiento esta se mueve, la energía, al lado positivo de la luz o al negativo de la oscuridad. Esta línea es muy fina ya que en ocasiones pensamos que estamos actuando bien y sin embargo cometemos errores.
La energía que se emite con cada pensamiento es muy importante ya que esta vibración que es desplegada por el entorno y no solo en este, sino puede impregnarse en las personas con las que tenemos una simple conversación. Por tal razón es indispensable estar alerta y no dejar que se convierta en una negativa ya que dañará tanto al emisor como al receptor de dicha energía. Si se quiere cambiar esta energía y vibración negativa debemos hacer un trabajo con nosotros que cambien esta realidad.
Tenemos que tener sobre todo sinceridad con uno mismo de que hay un pensamiento dañino en nuestro interior y verificar realmente de donde viene y que energía interna o externa lo provocó. Por ejemplo, algún disgusto con alguien o situación incómoda que no se trabaja y dejamos que nos drene hasta que llega el momento que algún comentario o reacción simple detone la explosión negativa.
Sino logras encontrar esta situación, es importante cambiar lo que se está haciendo en el momento, si se estás enojado, aléjese y trate de tranquilizarse por un momento, la persona más difícil para manejar y entender soy yo. Por tanto, si me calmo, respiro profundo por un momento, esto puede ayudarme a volver a mi centro y ver las situaciones de una forma objetiva. El realizar una tarea que le guste y lo distraiga puede ayudar para que la energía no se incremente y cree más problemas en su entorno. Lo más importante en todo esto es saber que cada pensamiento y vibración negativa nos atrasa en nuestra determinación de nuestra purificación que eventualmente nos llevará a lo que es nuestro norte, la transformación del interior profundo.
Vilmary Montañez
Discípula del V.M. Rafiel
Dirigente de Centro Atómico de Sabiduría del V.M. Rafiel

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