Se trabaja primero que nada con el interior propio...
- Zannia Cruz
- 13 abr 2017
- 4 Min. de lectura
Qué vida tan absurda se encuentra llevando esta humanidad durmiente en estos tiempos. Nada investigan y nada analizan, solo aceptan aquello que conocen, que han aprendido y que pueden observar frente a ellos. Poseen un pensamiento demasiado cerrado que no permite que entre ninguna información nueva o en este caso, hablando espiritualmente, conocimientos más elevados y evolucionados que les ayuda a elevar sus grados de conciencia y a expandir su comprensión humana.
Se convierte en muy desafortunado conocer, que es el gran por ciento de la humanidad que se encuentra sumergida en el sueño existencial del que tanto hablamos. Se les puede llamar autómatas o incluso sonámbulos que van por la vida más dormidos que despiertos, actuando sin ninguna conciencia de lo que se encuentran haciendo. No poseen un propósito de ser, solo existen y ya. De esta forma pasan varias existencias sumergiéndose cada vez más en el profundo sueño con la ayuda de un sistema corruptos y absurdo que busca controlar todo lo existente en este planeta azul.
Dentro de dicho sistema podemos encontrar las múltiples religiones que crean con el propósito de engañar y manipular a las masas que muy fácilmente caen ante los pies de estas serpientes que con unas cuantas palabras bien estudiadas y unos cuantos gritos aquí y allá, manipulan a la perfección a todos aquellos que poseen un vacío en su interior y que de alguna forma u otra se encuentran buscando un camino de luz, pero por ser el de las religiones el único camino que nos enseñan, tristemente no les queda más remedio al buscador. Con esas palabras mueltas no hacen más que atrasar el camino evolutivo de las personas que quedan dormidas y paralizadas en enseñanzas antiguas que de nada nos sirven ya en este tiempo.
Entonces, es tan profundo el sueño existencial que humanamente los servidores que nos encontramos ayudando de una forma u otra a esta humanidad, podemos llegar a pensar en algún momento si realmente vale la pena ayudar a una humanidad que se encuentra en las condiciones en las que esta se encuentra. Digo humanamente porque sabemos bien que las altas jerarquías que son enviadas a ayudarnos, ya no pertenecen a este plano tridimensional, por lo tanto, ya no piensan, eso lo hacemos nosotros los seres pensantes que poseemos ego y con ese mismo ego en momentos de desesperación nos detenemos a pensar si realmente vale el esfuerzo. Las conciencias de estos jerarcas son muy elevadas como para dudar, así como también lo es su misericordia, pero para aquellos que aún no alcanzamos esos niveles superiores, en ocasiones nos preguntamos si estamos haciendo alguna diferencia en esta humanidad que no observa, escucha, ni siente más allá de la ilusión que se han creado.
Como he mencionado en otro escrito, ayudar a esta humanidad definitivamente no es trabajo fácil. Se trabaja primero que nada con el interior propio buscando una limpieza que nos permita alcanzar ciertos grados de conciencia. También se trabaja significativamente con la templanza, porque sin duda alguna nos vamos a encontrar con personas a las que le podemos llamar, difíciles y que pondrán a prueba dicha templanza. A medida que vamos trabajando con nuestro interior llega un momento en el que ya nos encontramos siendo más capaces de llevar el mensaje y el conocimiento que hemos adquirido gracias a las enseñanzas de nuestro guía, o sea, con dicha preparación ya podemos comenzar a ayudar a despertar a otros; así vamos poco a poco marchando hacia el triunfo que nos ganaremos al servicio de la humanidad.
A lo que muchos trabajadores de la luz le pondrían el calificativo de difícil, es a querer o más bien anhelar que otros con un grado de conciencia menor conozcan las diferentes realidades que nosotros conocemos. Esto es como observar muy claramente en el firmamento una nave cósmica pero que sólo usted la vio, cuando muy emocionado le dice a todos lo que vio, no sobran las miradas como diciendo, “está bien loco”. Así nos podemos sentir muchos de los trabajadores de la luz a la hora de intentar ayudar a alguna persona en esta humanidad durmiente. Esto es sin contar a aquellos turistas espirituales que buscan una nueva moda.
Cuando hablamos de turistas espirituales nos referimos a todos aquellos que se unen a algún grupo a realizar meditaciones, a vestir de blanco, a cambiar su alimentación, pero sin conciencia de por qué lo están haciendo, viven con un incienso aquí y otro allá entre muchas otras actitudes que poseen por pura moda. No podemos decir que esto esté mal, pero eso no es el camino. Para caminar por la vereda de la purificación interna que nos llevará hacia la majestuosa reunión con nuestro Ser interno hay que realizar exactamente eso, una purificación. Sepa que las meditaciones y una alimentación sana no lo llevará hacia la luz. Desafortunadamente ocurre que cuando estas personas se topan con el verdadero camino donde hay que pagar todas y cada una de las muchas deudas kármicas que poseemos, en dónde hay que hacer las cosas en contra de uno mismo, o sea, llevarle la contraria a nuestra propia personalidad egoíca y en donde hay que abandonar tantos comportamientos negativos que ya son parte de ellos, no lo resisten, no lo aceptan, se niegan y abandonan el camino.
Entonces, no es fácil ayudar a una humanidad en estas condiciones de pura inconsciencia.
Afortunadamente existen aquellos que ya se encuentran preparados para despertar a comparación del resto que los rodea. Estas personas son muy agradecidas de encontrar a servidores del camino que se encuentran ayudando a la humanidad sin esperar nada a cambio; como yo siempre digo, “este es mi trabajo, para eso estamos”. Muchas de estas personas ya vienen de otras existencias trabajando en el camino y llegan a esta con sus grados de conciencia bastante elevados, haciéndose así un poco más fácil escuchar el llamado de la evolución.
Podemos decir que son muy pocos los que logran escuchar ese sutil llamado de la evolución, es como encontrarse durmiendo profundamente y que la persona más importante del universo para usted se encuentre tocando a su puerta, pero usted está tan sumergido en su sueño muy lejos de poder escuchar la puerta sonar que no logra despertar para ir a responder. Así, por más fuerte que la evolución toque la puerta muchos simplemente pasan su existencia soñando, creyendo en esta triste ilusión humana sin conocer o más bien recordar que fueron enviados por altas jerarquías a realizar un trabajo de suma importancia.
Zannia Cruz
Discípula del V.M. Rafiel
Dirigente del Centro Atómico de la Sabiduría del V.M. Rafiel

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