El prejuicio puede venir desde un adulto a un joven...

Mientras vemos a nuestros jóvenes crecer debemos de estar acorde con que lo que vivimos nosotros y los que están viviendo ellos no es lo mismo. Cada generación tiene su encanto y esta es una muy tecnológica, querámoslo o no tenemos que cambiar nuestra forma de ver la vida porque esto se puede convertir en un prejuicio que más adelante nos limite en el manejo de nuestros niños y jóvenes. Vea todo lo que nos rodea y entenderá que lo que le pasó a usted no necesariamente será las experiencias que tengan que vivir sus hijos, sobrinos, nietos, vecinos, etc. Estos están acostumbrados a usar la tecnología para comunicarse, por tal razón, no hablan mucho y esto puede hacer que sean más retraídos y que se nieguen a tener una conversación con nosotros, más aún si piensan que somos “viejos” por la manera de comportarnos.

El prejuicio puede venir desde un adulto a un joven como, al contrario, por tal razón, aunque a usted le asombre y se sienta aterrorizado por lo que puedan decirle es importante que si logró ese momento de comunicación no demuestre terror de lo que escucha; tenga expansión de su alrededor y mire detenidamente que todo es diferente a como usted fue criado y su comportamiento no necesariamente tiene que ver con que sus padres lo escuchaban. Recuerde su pasado y podrá recordar que lo que imperaba en la comunicación era el miedo ya que todo era a base de silencios, correazos o chancletazos cuando se hacía algo “incorrecto” y solo se hablaba con los padres en contadas ocasiones.

Lo más importante que debemos de entender es la manera de ver los tiempos que van cambiando y como nos movemos a comprender a las generaciones con cada una de las realidades que estas tienen. Cada generación va a tener unas costumbres y prejuicios diferentes a las otras que van subiendo. Un ejemplo sencillo es como se escuchaba música con el fonógrafo, luego paso a gramófono, magnetófono, 8 tracks, grabadora, walkman, VHS, CD, DVD entre otros, y lo usado hoy es el MP3. Así mismo podemos mirar que las generaciones son cambiantes, cada una a su tiempo y con su propio estilo. Esto nos enseña que todos venimos de una sociedad que evoluciona. Vemos que alguno de nosotros se nos hace más fácil adaptarnos a los cambios que a otras. En muchas ocasiones nos predisponemos ante la innovación, pero otros simplemente se resisten a él. El estancamiento tanto en el núcleo familiar como en la vida cotidiana solamente lo que hará será mantenernos en un confort ficticio que nada tiene que ver con lo que es la realidad actual.

Muchos se han transformado, miremos dentro de nosotros y entendamos que cada generación que nos precedió no fue perfecta, pero en su momento nos ayudó y dio la esperanza de que podemos continuar y aprender de lo que está a nuestro alrededor.

Debemos buscar que las nuevas situaciones que vendrán no cambien nuestro norte, lo que deseamos las personas que estamos en búsqueda de nuestra esencia divinal es que cada día que pase estemos más unidos a nuestro Ser interno. Crear comunidades donde no esté el ego del prejuicio, permanecer con el pensamiento abierto a las modificaciones que tenemos que hacer para en un tiempo cercano dejar las costumbres que nos atan y no nos permiten transformar nuestro interior y trascender el sufrimiento que eventualmente este comportamiento nos trae en la vida.

La luz está en nosotros solo que la escondemos a través de nuestro comportamiento; el trabajo con nosotros es lo que puede dejar a que sea expuesta. Somos seres que estamos en proceso de aprendizaje, este nos lleva a modificar nuestro comportamiento, por tal razón, les invito a entender que si hacemos el bien y ayudamos a la humanidad con pequeños, constantes y firmes pasos llegaremos a la iluminación interna.

Vilmary Montañez

Discípula del V.M.Rafiel

Dirigente del Centro Atómico de Sabiduría del V.M.Rafiel

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