Las creencias ocultan quienes somos en realidad...
- María del C. Marrero
- 22 jun 2017
- 2 Min. de lectura
Nos encontramos en este gran planeta llamado Tierra viendo y sintiendo todo lo que humanamente debemos experimentar, realizando diariamente diferentes gestiones que nos embriagan con las complejidades. ¿Realmente esto es experimentar la humanidad o nos envolvimos en las lisonjas, creyendo que somos lo que vemos, escuchamos, comemos y hacemos?
Más allá de comprender la complejidad del diario vivir, debemos profundizar y no tomar en serio nuestro papel de papá, mamá, hijo, abuelo, trabajador, amigo, etc. Somos seres llenos de un potencial de luz y energía opacado por las creencias. Si estamos aquí con el traje humano es porque vinimos a experimentar no a identificarnos con él.
Las creencias ocultan quienes somos en realidad, ejemplo, ¿Por qué siente ira? ¿Por qué se entristece? ¿Por qué cree todo lo que le dicen? Usualmente las aseveraciones utilizadas por el ego para manipularnos son; somos cobardes, no podemos, no servimos, eres esto y aquello; observemos, no somos nada de eso. Imagínese que la ira es un traje, cuando permitimos que el enojo se genere permitimos que ese traje se apodere de nuestro razonamiento, por tal razón, se grita, se golpea hasta se provoca la muerte. Cuando nos tranquilizamos, nos lo quitamos y queda quien realmente somos sin comprender en ocasiones que ocurrió, como se llegó al completo descontrol.
¿Podemos nosotros dejar de ponernos ese traje? Sí, ese traje se creó de las vivencias y creencias, podemos desarmar y liberarnos con trabajo de consciencia plena, profundizando en nuestro interior. Tomar acción reconociendo y ejecutando cambios significativos.
Se encontrará que a pesar de trabajar con ello aún en menor grado siguen manifestándose. Muchas enseñanzas nos llevan a liberarnos de las diferentes capas superficiales. Como ejemplo podemos tomar el orgullo, este tiene muchas capas como la cebolla. Para poder erradicarlo se requiere de un trabajo más profundo que logre quitar las que se encuentran solapadas e imperceptibles para nosotros.
Durante milenios esta a sido la forma en que el ser humano se relaciona con su medio ambiente. En este ahora todo cambia y evoluciona, no podemos hacernos de la vista gorda. Todo evoluciona lo podemos ver en la tecnología. Así que, si todo evoluciona el ser humano no puede quedarse atrás. Las enseñanzas de los maestros también evolucionan.
No debemos seguir con gringolas, creyendo en conceptos arcaicos entonces, ¿donde queda usted en esta creación evolutiva? Como un homosapiens relleno de creencias, orgullo, ira, prepotencia y todas las ramificaciones del ego. Esa no fue la razón de nosotros estar aquí. Identificarnos con tal o cual situación, evento, causa, etc. nos desvía de nuestro propósito.
María del C. Marrero
Discípula del V.M. Rafiel Dirigente del Centro Atómico de la Sabiduría del V.M. Rafiel

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