La otra cara de la moneda...
- María del C. Marrero
- 16 nov 2017
- 2 Min. de lectura
Otra forma de ver como el ego desencadena en nuestro interior diferentes manifestaciones del ego simultáneamente es a través de la parte económica. En reiteradas ocasiones somos protagonistas de eventos donde nuestra economía se quebranta, estando en posiciones privilegiadas nos vemos en situaciones complicadas encontrándonos sin ingresos para sustentarnos y para pagar lo básico para una vivencia digna.
Estando en esta situación entran, si lo permitimos, un sin número de malestares desencadenando la rabia, la delicadeza negativa, el orgullo, la prepotencia, la comparación, etc., estas energías densas hacen uso de grabaciones nuestras donde nos sentimos de esta forma fomentando la incomodidad en nosotros llegando a tal punto que nos ciega y no podemos ver una salida, hasta nos limita a solicitar ayuda.
La otra cara de la moneda es desarrollar a su máxima expresión la verdadera humildad y la valentía para reconocer que es ese momento necesitamos seres que nos asistan.
En nuestra sociedad existen personas llamados “personas de bajos recursos” que en ningún momento has escogido utilizar la humildad, esta palabra está mal conceptualizada porque se puede ser humilde y tener millones de dólares como se puede no tener recursos económicos y tener la prepotencia y orgullo a su máxima expresión o lo inverso. Aquí no debo dejar la llamada clase media ya que en este punto es más marcado todos esos malestares sociales de clase. Así que son egos que están en todos los estratos sociales, no existe distingue de posición económica, así como la palabra humildad tampoco esta relacionada con el dinero.
En todas las clases sociales existen personas que están forradas de las manifestaciones del orgullo, la prepotencia, la ira, etc. En esta sociedad podemos ver como los insultos llueven desde llamar marginados, mantenidos, vagos, paridoras de muchachos a personas que reciben ayudas económicas, hasta caricaturas de burla a personas del gobierno, esto son solo ejemplos de las tantas barbaridades que acogemos en nuestro diario vivir sin imaginarnos el daño que hace.
No debemos etiquetarnos porque en las etiquetas es donde se fragiliza y se desencadenan todas las energías densas egoícas.
Cuide su vocabulario, sus pensamientos y sus actos, esas palabras son utilizadas por las ramificaciones del ego del orgullo y prepotencia que a su vez provoca que salga la ira, rabia, malestar de toda índoles, envidia, juicio y los hace convertirse en victimas del sistema, de la clase social x.
Nos guste o no tenemos lo que necesitamos en el justo momento; ni más ni menos. Todo se da en justa medida, según hemos dado, según recogeremos y no me refiero al dinero solamente, todo es un conjunto de acciones que provocan reacciones.
María del C. Marrero
Discípula del V.M. Rafiel Dirigente del Centro Atómico de la Sabiduría del V.M. Rafiel

Comments