El cosquilleo que provoca...
- Gerardo Colón
- 23 nov 2017
- 1 Min. de lectura
En el camino divino habrá misterios que jamás descifraremos, pero cuidado, eso no quiere decir que no salgamos a investigarlos, a comprenderlos. Al contrario, están ahí porque la Evolución, esa fuerza inmensa es muy superior a nuestros pequeñísimos niveles de comprensión humana. Están ahí como fuerza motriz que genera movimiento en la Evolución de toda materia. Cuando se activan en nosotros esas inquietudes a través de preguntas profundas es cuando la prolongación de nuestro crecimiento interior comienza a moverse por esa fuerza centrífuga que está conectada por hilos energéticos del centro de la Creación donde se genera el principio-fin del movimiento de ese Ser llamado, Creador.
Los misterios de la Creación, como muy bien nos ha enseñado nuestro gurú, V.M. Rafiel, para el mismo Creador también se convierten en un misterio que lo mueve a él a seguir expandiéndose y creciendo en sabiduría. El asunto que debemos comprender aquí no está en quien tiene la respuesta de los misterios, sino es comprender que es parte intrínseca de la Evolución misma que está por dentro y fuera de la misma Creación; siempre será así, un misterio.
El cosquilleo que provoca la intriga de saber o descubrir es el que debemos siempre mantener en todo momento para así ir trasladándose de punto en punto donde descubriremos nuevas realidades que generan más curiosidad del saber, más misterios de sabiduría del Creador y su Creación.
Despierta, investiga más allá de tus sentidos y de la comprensión que hasta ahora has aplicado.
Gerardo Colón Belgodere Discípulo del V.M. Rafiel Dirigente del Centro Atómico de Sabiduría del V.M. Rafiel

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