Hay mucho por descubrir... Tercera Parte
- María del C. Marrero
- 22 ago 2018
- 2 Min. de lectura
¿Usted se imagina que trajeran una tecnología que nos permita elevarnos a unos veinte pies de la superficie terrestre? Eso en manos de la humanidad sería una distracción, un motivo de discordia y sobre todo una herramienta para los delincuentes. Es el uso de celulares mientras conducimos y podemos darnos cuenta de los accidentes catastróficos que han ocurrido. Por esa y otras razones los seres superiores no nos permiten participar de tales tecnologías. Lo que conocemos como teléfonos inteligente (celulares) son como televisores de la antigüedad, que usaban tubos, en planetas de tecnología super avanzada.
No conocemos ni siquiera nuestro cuerpo y su relación con el cosmos, cómo con tantas densidades podemos ser partícipes de tanta fina tecnológica.
Si hablamos de la transportación podemos hacer un ejercicio. Piense cuánto se tarda en ir de su casa al trabajo o la escuela, que tantas paradas y dificultades se encuentra en el camino. Como vemos, es sumamente compleja nuestra transportación y la velocidad que podemos desarrollar para llegar a donde queremos.
En otros puntos del cosmos es diferente, ya que tienen naves de pura consciencia que pueden moverse de un punto a otro en un instante. Este tipo de transporte es muy sofisticado, existen de diferentes tamaños, formas y colores. Tienen la capacidad, dependiendo de su tamaño, de transportar naves más pequeñas, animales, plantas y otros seres de diferentes puntos del inmenso universo. Para llegar de un punto a otro, utilizan el híperespacio, trasladándose a través de medidas cósmicas desconocidas para esta humanidad.
Que me dice de las computadoras, compararlas con las nuestras sería ilógico. Debido a la alta tecnología que poseen es posible que tengan esferas para monitorear, pueden abrir pantallas en un tablero que con un toque se mueven para que se muestren frente a nosotros. Parece que estoy hablando de ciencia ficción, pero no es así. A esta humanidad no se le permite acceder a ese tipo de tecnología por nuestros niveles de densidades; nos tienen en cuarentena. Entonces, quienes somos realmente en esta inmensidad. Hay mucho por descubrir y estos conocimientos los pueden llevar a esa frontera que desea cruzar.
Las enseñanzas del V. M. Rafiel son motivadoras y de apertura cósmica. A través de ellas podemos ir descubriendo de dónde venimos, hacia dónde vamos y nuestra razón de evolucionar los planos. Su guía nos lleva en un recorrido hacia lo desconocido para hacerlo conocido, cuanto más nos acercamos a una fuente de luz radiante, más claro se hace nuestro camino.
Una de las herramientas que nos provee son prácticas para trabajar con nuestro interior, así como otras que son de gran valor en nuestro despertar. No se quede en la espera de algo mágico, investigue, no le haga caso al miedo, trascienda los obstáculos para que pueda disfrutar de la grandeza de quien en realidad es usted.
María del C. Marrero
Discípula del V. M. Rafiel
Dirigente del Centro Atómico de la Sabiduría del V. M. Rafiel

Discípula del V.M. Ra
el
Comments