En épocas antiguas...
- María del C. Marrero
- 16 jun 2020
- 4 Min. de lectura

Cuando el ser humano quiere tener un control sobre otras personas utiliza diversas maneras de llevar u ocultar la realidad. Eso lo podemos ver en la forma en que transmitieron la existencia de Adán y Eva, seres que realmente no existieron, pero para controlar tenía que haber un culpable. Es por eso que vemos como jugaron con la psiquis de las personas haciendo ver la parte sexual como la fruta prohibida, inculcando el engaño, la manipulación y el machismo “solapadamente”.
Si damos una mirada a la historia, específicamente en la era medieval, comprenderemos el sistema de creencias que inculcó la iglesia. Fue uno de total represión con relación a la sexualidad, utilizándolo como control social, por el “temor a Dios” y en adición para servirle bien a la nobleza, reyes y élite gubernamental.
Las religiones jugaron un papel trascendental en la sociedad y cultura, debido a que se les capacitaba para dirigir a la sociedad. Se veían a sí mismas como una comunidad que esperaban el día de la salvación, lo cual no ha cambiado; ha sido todo lo contrario. Se ha incrementado la hostilidad, negación y arrogancia hacia las personas que traigan información que indique lo contrario.
Eso está tan arraigado en esta sociedad que su ignorancia a alcanzado límites incalculables. Aun los llamados despiertos corrieron un velo y se pusieron otro. Están arropados de agregados psicológicos, creencias y tabúes sobre la procreación, la evolución y todo lo que tenga que ver con romper paradigmas. Existen miles de razones fundamentadas en creencias antiguas y manipulación, que evitan razonar con lógica superior sobre las investigaciones ultra físicas realizadas por seres que han alcanzado su iluminación.
En épocas antiguas, refiriéndome a la medieval, fue traído por seres superiores una pequeña porción de la forma pura de mantener la prolongación de la población por medio a la sexualidad, y la reproducción. Fue muy poco el tiempo que duró esa pureza, ya que la misma humanidad comenzó a cambiarla provocando que alrededor de algo tan puro, creciera el control, la manipulación, las mentiras y otros tantos tabúes. Fue así como esta humanidad olvidó rápidamente aquella enseñanza milenaria.
Deberíamos hacernos varias preguntas, ¿qué tan profunda es esa sabiduría medieval? ¿Estamos capacitados para comprender esa profundidad? ¿Se encontrará en las diferentes latitudes de la Creación? ¿Quién lleva esa sabiduría por todos los rincones de la Creación? Esta humanidad lo que conoce sobre ese tema es lo que existe en libros o lo que a discreción, quisieron dejar ver. Si tan solo llegó una porción no cuantificada y esta humanidad la distorsionó y manipuló, ¿qué podríamos comprender en estos tiempos que existen tantos mitos y tabúes sobre la sexualidad? O sea, quedó completamente sepultada en el olvido.
En el cosmos existen miles de humanidades con diferentes niveles de conciencia; nuestro gurú, a una de ellas, le llama ‘los chiquitines’. Estos son seres que no tienen el nivel de conciencia humana, ellos son completamente medievales, o sea, practican la pureza de lo que es realmente la procreación a nivel cósmico y responden a la Evolución. Se caracterizan por su nivel elevado de humildad, llevándolos a ser partícipes de sabidurías tan profundas, como es la medieval.
La Evolución no mide relaciones, como lo ha implementado esta humanidad tan densa, ella tiene un propósito y es la procreación de las especies. La fuerza de la Evolución es la responsable de las múltiples creaciones cósmicas. Se encuentra diluida en todos los rincones de la Creación, en cuanto ser vivo existente que conocemos, los que no conocemos y mucho más allá de esta Creación. Es la que prolonga lo manifestado y lo no manifestado. Si tenemos vida y continuidad es gracias a esa fuerza que mantiene el fluir a través de todas las especies.
Dentro de cada ser viviente se encuentra el gen de la Evolución. Ese gen responde a los fluidos energéticos que emanan de esa centrífuga que impulsa la continuidad de las especies en cada rincón del cosmos. Si tomáramos como ejemplo un grano, este no comienza su brote y desarrollo hasta que se encuentre en un lugar con condiciones óptimas para emerger.
De igual forma es la sabiduría, llega a nosotros a través de seres superiores que son los que pueden traer de esa centrífuga, sabiduría para que la hagamos conocida y es entonces que logramos comprender. En otras palabras, hacemos conocido lo desconocido, dando a lugar la expansión de la conciencia. Así es como la Evolución nos mueve a lo próximo.
La Evolución siempre envía sus influencias y utiliza seres para que propulsen la sabiduría que emana de su núcleo. Siempre nos encontraremos en evolución, queramos o no. Si queremos ser partícipes de esas enseñanzas y compartir con seres más evolucionados, hay que hacer un gran trabajo con nosotros mismos.
María del C. Marrero Discípula del V. M. Rafiel Dirigente del Centro Atómico de la Sabiduría del V. M. Rafiel Representante Cósmica
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